¿Por qué?
Porque con 16 semanas un bebé sigue necesitando a su madre las 24h del día. No habrá consuelo para él en tus brazos cuando llore porque alguien ha decidido que ya es mayor para que lo encuentre en los de una desconocida o si tienes suerte de familia/amigos.
Porque con 16 semanas empieza a descubrir mundo. El recién llegado es una criatura que está empezando a percibir el mundo desde hace muy poco, casi acaba de empezar a ver e interaccionar con él y te necesita para que le guíes, despojarle de lo único que conoce es frustrante para todos, además de triste.
Porque con 16 semanas únicamente hay lactancia. Es una vergüenza que la lactancia sea exclusiva hasta los 6 meses y no se pueda estar para ofrecerla. Si, como en mi caso, se trata de lactancia materna, justo cuando ya consigues establecerla sin problemas de gases, grietas ni historias y comienzas a disfrutarla...te tienes que ir. Empieza un nuevo suplicio, el del sacaleches, aparato infernal que tienes que cargar al trabajo y por el cual no te miran muy bien porque "descansas" para poder ofrecer alimento a tu hijo, descanso que se da en un baño porque no hay nada más.
Porque con 16 semanas una madre no está al 100%. Se está empezando a salir de las consecuencias de un embarazo, el cuerpo no está ni física ni psicológicamente preparado, hay agotamiento en todos los sentidos y te toca sacar fuerzas de donde no las hay para poder poner un sueldo en tu casa.
Podría seguir dando razones de por qué 16 semanas me parecen ridículas, no descubro nada en esto de la conciliación. La vuelta al trabajo no es idílica, si decides cogerte una reducción de jornada asumirás miradas de compañeros que te miran como la que se escaquea, si tienes suerte, te relegarán a una esquina castigada como en el colegio o te pedirán que hagas esfuerzos fuera de horarios porque "las madres hacéis de todo por estar con vuestros hijos". Este es el país de calentar la silla y aparentar.
No me sigo extendiendo más porque quiero empezar el post que realmente quería, el de la carta al bebé que se queda en casa porque, en realidad, ÉL ES LO IMPORTANTE.
Mi querido niño,
hace cosa de dos años le escribí una carta a tu hermana y me parece increíble que ya esté otra vez en esta tesitura y que haya pasado todo tan rápido.
Sigo siendo como entonces, una moñas que se ríe de todo y podría parecer que al ser tú el segundo este momento iría mejor, pero no. Siento decirte que tu madre no aprendió nada de aquella primera vez y estoy tan triste o más que entonces. Triste porque eres muy pequeño, triste porque necesitas a tu madre más que a nada, triste porque no me verás en unas horas, triste porque no habrá consuelo en mis brazos, triste por muchas cosas pero sobre todo triste porque no estaré a tu lado.
A cualquier madre que le preguntes te dirá que este tiempo es demasiado corto, lo es, y mucho, aún así tengo que darte las gracias porque he descubierto muchas cosas en tan poco tiempo. Que puedo duplicar mi amor para vosotros dos, algo que pensaba que sería difícil aún cuando estabas en la barrigota. Que me encantan los bebés, el tenerte encima dormido como ahora mismo, tu olor, tus caricias, tus sonrisas, congelaría este momento. Que eres tan distinto a tu hermana y a la vez tan parecido en muchas cosas. Que me derrito viendo cómo ella te mira y te dedica su tiempo, está deseando jugar contigo y tú te abalanzas cada vez que la ves con una gran sonrisa, hay sintonía entre vosotros. Que a tu padre se le ilumina la cara cada vez que te ve y le dedicas una carcajada. Que después de unos días de adaptación ya somos un equipo, un gran equipo que no concibe una vida mejor.
Como todo en esta vida, hasta aquí hemos llegado, se acaba un tiempo entre nosotros, tú y yo a solas. Un tiempo donde habíamos creado nuestra rutina y nos empezaba a funcionar muy bien- Donde amanecíamos juntos y acompañábamos a tu hermana a la guardería para después pasar nuestra mañana. Ahora empieza una época preciosa porque ya eres un bebé que percibe mundo con cada parpadeo y, aunque no esté las 24h del día contigo, por supuesto intentaré que cada uno de esos parpadeos tengan momentos bonitos, muy bonitos.
Quiero pensar que todo irá como la primera vez, es lo bueno o malo de tener una referencia, que me acostumbraré a la nueva rutina de madre más ojerosa y no me costará tanto dejarte para ir a trabajar. Eso es lo que quiero pensar pero luego te miro y sé que me echarás de menos, mucho, porque aunque todos los niños necesitan a sus madres, tú eres de los que se pasaría pegado a mi las 24h. Es una sensación rara porque me gusta sentirme tan querida pero a la vez siento pavor por dejarte solo porque sé que lo pasarás mal. Porque querido mío, está mal que yo lo diga pero se te ilumina la cara cuando me miras y a mi cuando te miro, esos niños de mamá, tú eres uno de ellos. Tanto que rara vez te duermes sin tenerme a la vista, cosa que me preocupa. Espero que te hagas a estar con la abuela, ella pondrá de su parte, hasta ha aprendido a ponerse la mochila para portearte por casa y dormir.
Para terminar, sólo puedo repetir lo que le dije a tu hermana en su día, te voy a echar de menos, muchísimo pero espero poder llegar a casa lo más rápido posible para achucharte como me gustaría hacer durante todo el día.
Te quiere, tu madre.
hace cosa de dos años le escribí una carta a tu hermana y me parece increíble que ya esté otra vez en esta tesitura y que haya pasado todo tan rápido.
Sigo siendo como entonces, una moñas que se ríe de todo y podría parecer que al ser tú el segundo este momento iría mejor, pero no. Siento decirte que tu madre no aprendió nada de aquella primera vez y estoy tan triste o más que entonces. Triste porque eres muy pequeño, triste porque necesitas a tu madre más que a nada, triste porque no me verás en unas horas, triste porque no habrá consuelo en mis brazos, triste por muchas cosas pero sobre todo triste porque no estaré a tu lado.
A cualquier madre que le preguntes te dirá que este tiempo es demasiado corto, lo es, y mucho, aún así tengo que darte las gracias porque he descubierto muchas cosas en tan poco tiempo. Que puedo duplicar mi amor para vosotros dos, algo que pensaba que sería difícil aún cuando estabas en la barrigota. Que me encantan los bebés, el tenerte encima dormido como ahora mismo, tu olor, tus caricias, tus sonrisas, congelaría este momento. Que eres tan distinto a tu hermana y a la vez tan parecido en muchas cosas. Que me derrito viendo cómo ella te mira y te dedica su tiempo, está deseando jugar contigo y tú te abalanzas cada vez que la ves con una gran sonrisa, hay sintonía entre vosotros. Que a tu padre se le ilumina la cara cada vez que te ve y le dedicas una carcajada. Que después de unos días de adaptación ya somos un equipo, un gran equipo que no concibe una vida mejor.
Como todo en esta vida, hasta aquí hemos llegado, se acaba un tiempo entre nosotros, tú y yo a solas. Un tiempo donde habíamos creado nuestra rutina y nos empezaba a funcionar muy bien- Donde amanecíamos juntos y acompañábamos a tu hermana a la guardería para después pasar nuestra mañana. Ahora empieza una época preciosa porque ya eres un bebé que percibe mundo con cada parpadeo y, aunque no esté las 24h del día contigo, por supuesto intentaré que cada uno de esos parpadeos tengan momentos bonitos, muy bonitos.
Quiero pensar que todo irá como la primera vez, es lo bueno o malo de tener una referencia, que me acostumbraré a la nueva rutina de madre más ojerosa y no me costará tanto dejarte para ir a trabajar. Eso es lo que quiero pensar pero luego te miro y sé que me echarás de menos, mucho, porque aunque todos los niños necesitan a sus madres, tú eres de los que se pasaría pegado a mi las 24h. Es una sensación rara porque me gusta sentirme tan querida pero a la vez siento pavor por dejarte solo porque sé que lo pasarás mal. Porque querido mío, está mal que yo lo diga pero se te ilumina la cara cuando me miras y a mi cuando te miro, esos niños de mamá, tú eres uno de ellos. Tanto que rara vez te duermes sin tenerme a la vista, cosa que me preocupa. Espero que te hagas a estar con la abuela, ella pondrá de su parte, hasta ha aprendido a ponerse la mochila para portearte por casa y dormir.
Para terminar, sólo puedo repetir lo que le dije a tu hermana en su día, te voy a echar de menos, muchísimo pero espero poder llegar a casa lo más rápido posible para achucharte como me gustaría hacer durante todo el día.
Te quiere, tu madre.
Mr. P says: De la baja del padre mejor ni hablamos. Se ve que solo valemos para hacer los papeles del recien nacido.